viernes, 18 de junio de 2010

Causal

Me cagás a palos, si te digo algo.
No. No lo voy a hacer.
Te conozco, te ponés violento. Ya sé como sos.
Decime la verdad. ¿Te cojiste a un tipo?
No.
Decime la verdad.
Estás loco.
Vos me tenés loco. ¿Estabas con un tipo acá, no? ¿Por eso no me hablaste?
Estaba trabajando, ya te dije.
Te llamé y me cortaste dos veces. ¿Sabés como maquino yo?
(silencio)
¿O no te acordas lo que le hacías al otro conmigo?
(silencio)
Te dije que estaba trabajando. Me preguntaste si estaba ocupada y me diste pie para que te diga que sí. Estaba escribiendo.
¿Estuviste con un tipo? ¿Alguna vez?
Basta. No te quieras paranoiquear. Soy yo. ¿No me reconoces? Soy yo.
Ya sé. Pero tengo miedo.

Yo tengo los mismos miedos, y a la vez. Las mismas certezas. No es casual que me haya dicho 3 veces en el mismo día si me quería casar con él (con ese mismo tonito infantil que ponía ni bien nos conocimos). No es casual que haya puteado sobre los medios de transporte y que odia vivir lejos de la ciudad y me haya propuesto vivir juntos, después de no hablarlo por un año y medio. No es casual, y yo me doy cuenta. Es Causual. Y él se da cuenta. O al menos debería.
Lo quiero, se lo dije. Pero no de la misma forma envolvente e impetuosa que antes. Ya no así, desenfrenada e irresponsablemente.
Es el momento de la revolución en mi.

Quebrando el statu quo.

1 comentario:

  1. guau... fuerte. Alguna vez escuche lo que acabo de leer. Son esas cosas que te hacen temblar la estantería... Ojalá llegue poderosa y arrasadora esa revolución!!! y logres quebrar totalmente el statu quo!
    Gracias por compartir esas líneas! Un gusto leerte... besos

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